¿Para qué adentrarse en el Eneagrama?

Cuando las personas conocen el Eneagrama, a menudo su primer objetivo es conocer su eneatipo lo más rápido posible.

Quieren identificarse cuanto antes para poder centrarse en “su personalidad”. Pero el eneagrama no se puede descubrir con atajos, con fórmulas y mucho menos con herramientas como los tests que nos encontramos en internet. Estos nos podrían llevar a una identificación errónea.

Si bien identificar nuestro Eneatipo es importante, no es necesario tener prisa. La tentación de tener prisa nos viene de esa necesidad profunda que tenemos de “pertenecer”: queremos identificarnos rápidamente con un eneatipo para encontrar nuestra “tribu”.

Pero necesitamos tener una mirada más amplia al empezar este camino.

No podemos olvidar que cada ser es único e irrepetible y que lo más enriquecedor del eneagrama es poder navegar por todos los eneatipos sabiendo que, aunque hay uno dominante, también somos la suma de los demás y que en cada eneatipo tenemos rasgos que podemos trabajar: aprendizajes y herramientas que nos ayudarán en nuestro crecimiento y desarrollo.

ENEAGRAMA

Al acercarnos al Eneagrama tenemos que realizar un viaje a través de todos los eneatipos e ir viendo en nosotros los rasgos que tenemos de cada uno de ellos y los matices y sutilezas de las mil combinaciones que hay en cada uno de nosotros y… después, podemos poner la mirada en que hay uno dominante en nuestra personalidad e intentar identificarlo.

El trabajo con el eneatipo se basa principalmente en la auto observación. Hay gente que tarda años en sentirse identificado con uno, y otras personas se identifican con mucha rapidez.

El verdadero objetivo de esta auto observación es ir descubriendo aspectos inconscientes de nosotros que nunca habíamos visto, desde la vulnerabilidad y la honestidad, mirando quiénes somos ahora y no mirando quiénes nos gustaría ser…

Por tanto, requiere darnos un espacio de calma y disfrutar del viaje 😉 ¡Es todo un trabajo!

Porque… ¿qué es el eneagrama?

Se trata de un mapa de la personalidad. Los Eneatipos nos hablan de las estrategias que utilizamos para sobrevivir, para adaptarnos y defendernos. Estas estrategias se fijan en la infancia y nos acompañan el resto de nuestras vidas y a veces no somos del todo conscientes.

Cuando identificamos nuestras estrategias, gracias a la auto observación, entonces es cuando podemos comenzar el trabajo para elegir dejar de reaccionar de manera automática a lo que nos rodea y podemos cambiar los patrones que usamos inconscientemente.

El enfoque del Eneagrama nos permite ir más allá de los límites de las estructuras definidas por el ego, lo que significa que puede ayudarnos a superar patrones de pensamiento y comportamiento limitantes y a descubrir nuevos aspectos de nosotros mismos que no habíamos sido capaces de ver.

Al observarnos a nosotros y a nuestro entorno de manera objetiva, sin prejuicios, ni distorsiones, podemos empezar a sanar y a crecer desde una mirada de aceptación de lo que hay en mí y en el otro, que al igual que yo también actúa desde sus patrones y limitaciones.

El trabajo con el eneagrama es una propuesta que profundiza en la dimensión corporal, energética y emocional, y además permite una mirada mucho más amplia que lo puramente intelectual, que nos llevaría a encasillarnos sin adentrarnos en un trabajo mucho más nutritivo y transformador.

Este trabajo, en todos los dominios del ser humano, propicia que se produzca el quiebre o cambio de observador, que nos permita descubrir nuestros patrones y mecanismos automáticos, a través de una comprensión más profunda y evitará una identificación errónea que puede llevarnos a la sobre identificación, justificación, superficialidad, trivialización y etiquetamiento que no nos va a acercar a la experiencia de transformación sino a retroalimentar y actuar en piloto automático en defensa del ego.

Durante nuestros cursos de Eneagrama, ponemos mucho foco en la idea de no identificarnos de manera precipitada.

Trabajamos dejando la mente abierta para poder experimentar, para poder sentir en el cuerpo cada eneatipo y llevarnos las partes que necesitamos para crecer.

A veces los alumnos salen con una idea muy clara de su eneatipo y otras veces no, pero el nivel de descubrimiento de la personalidad, de los patrones, de los mecanismos de defensa es lo que realmente se llevan, y constituye un lugar de partida para seguir descubriéndose y propiciar el cambio.

A través del eneagrama podemos elevar nuestro nivel de consciencia y evolucionar para ser más libres y, en definitiva, más dueños de nuestra vida.