Seguro que muchas personas, cuando comienzan a escuchar o conocer el perfil de Agile Coach, se preguntan: “Pero… ¿A qué se dedica un Agile Coach? ¿En qué ocupa su tiempo? ¿Qué hace en su día a día?”
Es muy razonable que en profesiones relativamente nuevas como el Agile Coaching, haya una fuerte incertidumbre sobre las funciones que tiene un puesto así. De hecho, hoy día muchos equipos de Recursos Humanos están rebanándose los sesos (casi literalmente) definiendo perfiles profesionales como éste y otros relacionados con el mundo Agile como Scrum Master y Product Owner.
Por esta razón, de manera breve y basado en mi experiencia a lo largo de los años en este rol, me gustaría compartir los tres puntos principales donde un Agile Coach suele poner foco:
1. Participación en la estrategia de transformación organizacional
Como parte del reto de transformación, se suelen incluir una serie de medidas que habiliten un cambio de paradigma en la mentalidad y cultura de la organización para ser más ágiles en un contexto en constante cambio y con niveles muy altos de incertidumbre y complejidad. En este sentido, un Agile Coach colabora de manera cercana con el equipo responsable de este cometido, aportando su visión, conocimientos y experiencia a la hora de embarcarse en un reto como éste.
El Agile Coach pone a jugar sus roles de facilitador, mentor y coach al servicio de las personas que conforman el sistema
2. Formación y capacitación en ámbitos relacionados con la agilidad.
La formación en las comúnmente llamadas metodologías ágiles como Scrum o Kanban es un objetivo evidente cuando se quiere comenzar a usar este tipo de marcos de trabajo. Sin embargo, lo que no resulta tan obvio es la capacitación en otro tipo de habilidades y técnicas necesarias para la exitosa integración de esta manera de trabajar como pueden ser “comunicación asertiva”, “reuniones efectivas”, “diseño de producto”, etc. Por esta razón, como Agile Coaches debemos tener muy presente nuestro aprendizaje continuo en muchas más disciplinas que complementan y suman a nuestra labor como agentes de cambio.
3. Acompañamiento individual y colectivo.
Normalmente, los Agile Coach solemos decir que Agile es “fácil de entender pero tremendamente difícil de aplicar”. No se trata de un método que puedas enseñar en un aula y ¡voilà! se produce la magia. En la realidad, es imprescindible acompañar tanto a personas como a equipos en su puesta en práctica, guiando, asesorando y ajustando cada paso con el contexto real que tiene cada organización. Desde este lugar, el Agile Coach pone a jugar sus roles de facilitador, mentor y coach al servicio de las personas que conforman el sistema. Personalmente, pienso que este punto es clave para conseguir que el cambio permee en una cultura que necesita aprender con el ejemplo, romper creencias limitantes y crear hábitos nuevos.
Agile es fácil de entender pero tremendamente difícil de aplicar
Para poder realizar tales funciones, el Agile Coach necesita aunar dos poderosos mundos: razón y emoción. Por un lado, esta figura tiene que poseer los conocimientos técnicos adecuados para poder enseñar y aplicar métodos diferentes en los que las organizaciones se acerquen a sus clientes de manera más rápida, eficiente y exitosa. Por otro, y al mismo tiempo, desplegar sus habilidades relacionales para poder gestionar conversaciones cruciales con personas y equipos, facilitar espacios colectivos e incluso realizar sesiones individualizadas desde el mentoring o el coaching.
Todo ello para conseguir movilizar a una organización hacia el cambio que siempre supone el desafío de adentrarse en nuevas formas de hacer, dinámicas y flexibles, que confrontan la tendencia que tenemos los humanos a la comodidad e inercia de seguir en nuestra ilusoria seguridad y haciendo las cosas siempre de la misma manera.
Pedro Polo Salas
Coach Profesional. Especialista en Agile Coaching. Director de los Programas Agile del CEC.
Ha realizado estudios de Agile Coaching, Coaching individual, Coaching de equipos, Scrum, Kanban, SAFe, LeSS, Lean, Lean Change Management, Management 3.0, Lean Startup, Facilitación, Visual Thinking, Design Thinking, etc. Es uno de los mayores expertos de las metodologías ágiles en nuestro país. Desde el año 2012 se dedica al Agile Coaching como agente de cambio especialista en transformaciones organizacionales y evolución cultural en numerosas organizaciones.
Pues pienso, que muchos años mas tarde, el cambio en las estructuras organizacionales de las empresas, debe de seguir haciéndose desde el área de RR.HH., que son los que deben de conocer las necesidades organizacionales de la estructura de la sociedad para acercarla al negocio y hacer que este funcione. Es decir, el único gasto fijo de una empresa es el personal, sin el no hay empresa. La luz si no se enciende no se paga, pero el personal cuesta desde el momento 0, y sin el no ha negocio. Es decir que el modelo O+RH sigue siendo primordial para la adaptación de la estructura organizativa, y por tanto de las personas, al negocio, es decir a la adaptación permanente de la organización al modelo de negocio. Perdón por la perorata.