EL ESPÍRITU DEL APRENDIZ
“Cuando un coach cree que ya ha aprendido todo lo que necesita, está dando síntomas de que ha perdido su espíritu de aprendiz”
Como coaches sabemos que las personas pueden aprender y cambiar y que todo cambio requiere el valor de atreverse y el coraje de aceptar que los errores son parte natural del proceso.
Este abordaje implica que el coach debe cultivar en sí mismo el mismo espíritu de aprendiz que pretende provocar en su cliente. Un espíritu que nos permite seguir buscando y probando cosas nuevas, adentrarnos en lo desconocido y aceptar el riesgo de no saberlo todo. Cuando un coach cree haber aprendido todo lo que necesita, está dando síntomas de que ha perdido su espíritu de aprendiz, su actitud abierta a cuestionarse y a seguir creciendo. ¿Cómo podrá entonces animar a sus clientes a emprender su propio viaje?
Por otra parte, la profesión del coach es, en general, bastante solitaria. No siempre tenemos la posibilidad de contrastar y poner en común con otros profesionales y hasta los coaches más abiertos al aprendizaje, acaban perdiendo frescura, repitiendo los mismos errores una y otra vez y estancándose, sin darse cuenta de sus propios puntos de ceguera. Nuestra experiencia nos ha ensenado que cualquier coach, incluso el más experto, mejora sus competencias cuando participa
en procesos de supervisión.
El trabajo individual ofrece un marco de mayor intimidad y un aprendizaje más enfocado, mientras que el trabajo grupal nos da la oportunidad de contar con las aportaciones del propio grupo; el feedback de los compañeros y sus propias experiencias nos ayuda a vernos en múltiples espejos y acceder así a un mayor número de matices, opciones, perspectivas, incluso herramientas y formas de hacer diferentes.
En el CEC hemos desarrollado un catálogo de propuestas de supervisión y mentoring totalmente adaptable a las diferentes necesidades, tanto de nuestros alumnos como de coaches procedentes de otras escuelas, ya sean coaches junior o senior. Nuestra propuesta modular nos ha permitido facilitar programas a medida en formato individual, grupal o incluso mixto, para aquellos coaches que necesitan cubrir un determinado número de horas de mentoring, de cara a la obtención o renovación de sus certificaciones (ACC, PCC, MCC).
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