El cuerpo es el gran desconocido. Desde muy pequeños es el lenguaje y el mundo de la mente, de los pensamientos y de la racionalidad lo que impera en nuestra educación.

Creemos que somos seres racionales, algo que nos diferencia claramente de los animales, y nos sentimos muy orgullosos de nuestra capacidad de analizar, reflexionar, de interpretar lo que sucede en el mundo. Creemos que nuestra inteligencia radica en ello.

Y así es como llegan nuestros clientes a las sesiones de coaching, creyendo que su inteligencia y su capacidad intelectual es lo que los ha llevado al éxito en sus vidas, en sus estudios, en sus trabajos y también en sus relaciones.

Lo cierto es que, aunque no lo saben todavía, podrán llegar aún más lejos si desarrollan su inteligencia emocional y corporal.

La inteligencia emocional y corporal consiste en la capacidad de la persona en ser consciente de que siente emociones y de que estas emociones las siente en el cuerpo.

Ser capaz de sentirlas, identificarlas, nombrarlas y permitirlas, legitimando que, como ser humano que SOY, además de pensar, SIENTO y lo que siento, lo siento en el cuerpo.

Como Coaches, no tenemos que tratar de convencer a nuestro cliente de la importancia de desarrollar su consciencia corporal, sino que durante el proceso de coaching y en cada una de las sesiones, podamos crear un espacio seguro donde el cliente pueda aprender a conectar con sus emociones y con su cuerpo.

No se trata de hablar de emociones o de sensaciones, no se trata de pensar las emociones, ni siquiera hará falta explicar lo que siente, el verdadero aprendizaje consistirá en que el cliente en la sesión SIENTA, experimente la emoción en el cuerpo y explore sus “sensaciones sentidas” a nivel corporal.

Por lo tanto, acompañaremos a nuestros clientes a que se escuchen a sí mismos en su totalidad para que puedan elegir y tomar decisiones más conscientes y con más coherencia y autenticidad.

Recordemos que el éxito de un proceso de coaching no solo se basa en que el cliente logre sus objetivos, sino que durante el camino que recorra aprenda de sí mismo, incremente el conocimiento sobre sí mismo y logre SER más AUTÉNTICO en su vida personal y profesional.

Y entonces, ¿Qué haré en las sesiones para permitir estos aprendizajes en mi cliente?

Facilitar la conexión emocional y corporal a través de desarrollar la “propiocepción”, la capacidad de que el cliente se mire a sí mismo, siendo capaz de percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes de su cuerpo.

La propiocepción abarca un conjunto de sensaciones, incluyendo la percepción de la posición de las articulaciones y su movimiento, la fuerza muscular, y el esfuerzo que hacemos en cada acción o actividad.

El cliente se dará cuenta de la postura más habitual en él, tomará consciencia de las tensiones que hay en su cuerpo, de la rigidez o por el contrario de su falta de consistencia. Incluso de su manera de caminar, de sentarse, de apoyarse…

taller coaching corporal

Hay varias propuestas que nos ayudarán, como Coaches, a llevar a nuestro cliente a desarrollar su sentido de propiocepción, por ejemplo, la expresión y movimiento corporal.

El movimiento humano está en la base de nuestros comportamientos, por ello cuando observamos el movimiento de nuestro cliente puedo inferir su comportamiento en el mundo, sus acciones y decisiones.

Por ejemplo, podemos observar el grado de contracción o expansión en el cuerpo y ver desde ahí qué acciones no están disponibles para mi cliente. En estos descubrimientos podemos proponer e invitar a nuevos movimientos que den lugar a nuevas acciones o comportamientos.

Trabajar las disposiciones corporales, por ejemplo, ofrece distinciones a nuestro cliente que le ayudará en su día a día, desde una nueva comprensión corporal, la persona toma consciencia de qué movimientos no están tan disponibles en su cuerpo y le invita a probar nuevas posturas, tensiones, intensidades, etc.

Podemos hablar de 5 disposiciones corporales: centro, estabilidad, flexibilidad, resolución y apertura.

LAS 5 DISPOSIONES CORPORALES:

CENTRO: El estado de centro nos permite conectar con la quietud dinámica, es el lugar donde equidistan todas las disposiciones corporales.

El centro nos acerca a la aceptación y al silencio, es el centro del dominio corporal, donde tengo disponibles el resto de las disposiciones, desde la expansión a la contracción como hacia el resto de las direcciones, abajo – estabilidad, arriba – flexibilidad, adelante – resolución, atrás – apertura.

El centro es el estado de presencia que me facilita el cambio adaptativo y se hace más corto el camino que necesitamos para responder a las señales del medio.

Nos permitirá cambiar de dirección sin esfuerzo o desgaste. Sostener la recurrencia de este estado genera aprendizaje y transformación.

  • Postura corporal: Peso del cuerpo equilibrado en toda la planta del pie con la musculatura siempre disponible a reaccionar ante cualquier situación.
  • Movimiento: Todas las disposiciones están disponibles, por eso serán movimientos seguros, acabados, suaves y ágiles. Movimientos fáciles y sin gasto de energía.
  • Emoción y estado de ánimo: Estar presente, paz y aceptación.

ESTABILIDAD: La disposición de estabilidad nos permite seguir haciendo lo que estamos haciendo. Es un estado de seguridad. Permite la planificación, la estructura, el apego a las normas, rutinas y procedimientos.

Desde ahí es más difícil enfrentar cambios, arriesgar o gestionar la incertidumbre. Tampoco será fácil innovar o crear y proyectarse al futuro.

  • Postura corporal: Estático, peso repartido en toda la planta del pie. Centro de gravedad bajo.
  • Movimiento: Dirección hacia abajo, reducido y ritmo regular y repetitivo.
  • Emoción y estado de ánimo: Estabilidad, certeza, compromiso, seriedad, nostalgia, añoranza, resignación y tristeza.

FLEXIBILIDAD: El estado de flexibilidad de estar en continuo movimiento cuando hay equilibro entre contracción y expansión. En este estado buscamos el movimiento que permite explorar, buscar, crear e innovar. Somos capaces de hacer las cosas de distinta manera.

programa coaching corporal
  • Postura corporal: Inquieto, peso repartido irregularmente en la planta de los pies.
  • Movimiento: Dirección hacia arriba en constante inquietud con variadas intensidades y ritmos dispares.
  • Emoción y estado de ánimo: Flexibilidad, volubilidad, asombro, liviandad y alegría. Curiosidad y entusiasmo.

RESOLUCIÓN: El estado de resolución cuando tiene un movimiento hacia adelante en equilibrio, el cuerpo está en exposición, avanzando, captando la atención de otros, con foco hacia lo que quiere lograr, es capa de entusiasmar a las personas hacia un reto que desea. Sabe permanecer en ambientes tensos.

  • Postura corporal: Activa y enérgica, peso repartido de la mitad del pie hacia adelante.
  • Movimiento: Dirección hacia adelante, explosivos y lineales. Ritmo acelerado constante.
  • Emoción y estado de ánimo: Resolución, pasión y entusiasmo. Deseo de competir. Rabia.

APERTURA: El estado de apertura se da cuando el movimiento es hacia atrás, cediendo espacio para acoger, proteger o retroceder. No tiene problemas en pasar desapercibido. Tiene una sensibilidad muy alta, es cuidadoso. Le cuesta sobrevivir mucho tiempo en ambientes tensos, prefiere evitarlos. Se preocupa por los vínculos y relaciones personales.

  • Postura corporal: Peso repartido de la mitad de la planta del pie hacia atrás.
  • Movimiento: Dirección hacia atrás, curvos, delicados y sutiles.
  • Emoción y estado de ánimo: Apertura, afectividad, ternura, aceptación, pasividad. Miedo.

Este mapa de las disposiciones corporales nos ofrece la posibilidad de llevar a nuestro cliente a un movimiento y observar cómo habita cada estado.

Le invitaremos, incluso desde la silla a que pruebe los distintos estados, dándole indicaciones de movimiento y le preguntaremos que siente y cómo lo siente en el cuerpo. Tras esta experiencia podremos explorar a través de preguntas:

¿Qué estado o disposición corporal está menos disponible en ti? ¿Qué costes tiene esto en tu vida? ¿Cómo podrías trabajar / desarrollar un estado que te permitiese alcanzar los retos que tienes hoy en tu vida?

Incluso podremos invitarle a que experimente nuevos movimientos, variando la tensión, la intensidad, etc. También aumentando la contracción o expansión.

La sensibilidad del Coach en este momento es muy importante ya que no se trata de clasificar a nuestro cliente, juzgando si es una cosa más que otra sino dándole la posibilidad de habitar nuevos espacios para él/ella quizás aún desconocidos.

Se trata de dar mayor libertad al cuerpo, se trata de que nuestro cliente vea la sesión como un laboratorio de pruebas donde pueda conectar y descubrir otras partes de sí mismo, sin límites, sin condicionante y sin miedo.

El coaching corporal es una disciplina que me ofrece la posibilidad de trabajar mi propio proceso como SER y a la vez desarrollar herramientas que me permitan acompañar a mis clientes a que conecten con su cuerpo para lograr sus metas y objetivos de una manera más auténtica.

Todo ello, a través de un proceso de transformación que deja atrás creencias limitantes reflejadas a través de un personaje que tiene un cuerpo, un movimiento y unas emociones para crear un nuevo personaje más amable, con más posibilidades, quizás más liviano y desde luego más coherente con quien uno ES.

Nuria Carrasco

NURIA CARRASCO ROLDÁN

Es Coach PCC (coaching individual y de equipos), formadora y supervisora en el CEC.
Licenciada en Ciencias del Trabajo (Universidad de Alicante)
Máster en Dirección de RRHH (Universidad de Alicante)

Ha realizado estudios de especialización en Coaching Ejecutivo individual, Coaching de Equipos, Coaching Corporal, Mentoring y Supervisión, Cuerpo y Movimiento, Neurociencia y neuroliderazgo, etcétera. (Escuela Europea de Coaching, Newfield Network, Menslab, etc.).

Facilitadora del programa Coaching Corporal.