André Breton reflexiona sobre uno de los principios básicos de la humanidad. El amor es la energía que nos mueve, que nos para, que nos hace sentir vivos. Todos vamos en busca del amor porque intuimos que es un camino verdadero.
El odio nos lleva al amor, la violencia nos muestra el amor, hasta en la guerra hay amor porque es como el agua que rellena cualquier resquicio. Allí donde reina el caos o el rencor o la envidia, también está el amor porque su ausencia lo llena todo.
Sintamos esa energía cuando hablamos con los demás, cuando tengamos que perdonar, cuando deseemos que nos ayuden o que nos entiendan. Propiciemos el amor a nuestro alrededor y la energía que constituye este gran sentimiento universal nos lo devolverá con creces.
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