CÓMO EL COACHING AYUDA A LA MUJER

CÓMO EL COACHING AYUDA A LA MUJER

Ser mujer sigue siendo complicado hoy día.  Y para muchas, una misión casi imposible. Las causas son muy diversas. En algunos casos, desde la infancia, se sigue educando a las mujeres como personas  dependientes, llegando  incluso a transmitirles un cierto sentido de inferioridad con respecto a los hombres.  Crecen con  miedos, culpas, ideas y juicios sobre sí mismas que arraigan, que les impiden evolucionar y que después condicionarán toda su vida. 

En los peores casos, la violencia  las asalta en algún momento de su existencia y las  atrapa anulando por completo sus capacidades, su voluntad, su dignidad…

El próximo 8 de marzo es el Día de la Mujer más. Este 8 de marzo viene marcado por un alzamiento masivo de la voz femenina el pasado año que puso de manifiesto la desigualdad de la mujer en la mayor parte de los ámbitos de la vida. Sin embargo, muchas mujeres que quieren cambiar su vida,  su situación actual,  no saben por dónde empezar, se ven perdidas porque no logran identificar siquiera qué les está haciendo daño o qué es lo que quieren.

Es ahí donde el Coaching encuentra su lugar, acompañando a las mujeres para lograr su mejor versión.

En primer lugar, acompañando a la mujer y ayudándola a lograr un autoconocimiento pleno, guiándola para que  indague en su interior y  se escuche a sí misma. Solo de esta manera podrá identificar y conectar con lo que siente, con sus bloqueos, con lo que necesita para evolucionar.

Muchas mujeres viven dedicadas por completo a  otras personas, a ciertas actividades, o, como la mayoría, imbuidas en la rutina diaria familiar, laboral, social… de tal manera que no son conscientes de lo que realmente les sucede a ellas mismas. El Coaching permite que la persona tome conciencia y abra los ojos a su realidad, se podría decir que contribuye a que la mujer recupere su  auténtico ser  y  logre verse a sí misma.

Una vez haya recorrido ese camino, la mujer estará en disposición de tomar decisiones  y actuar en consecuencia. Y lo importante es que sea cual sea su decisión en cualquiera de los ámbitos de su vida, tras un proceso de Coaching, será con toda seguridad una decisión consciente y más libre que la que hubiera podido tomar antes.

El Coaching es un aliado para la mujer de hoy. Esta disciplina aporta unas herramientas que refuerzan y empoderan, que permiten recuperar y potenciar lo mejor de las mujeres, que cambia la manera en la que se miran  a sí mismas y  al resto del mundo, un mundo para el que la gran mayoría no han sido preparadas.

¿Y qué puede aportar el Coaching a la mujer hoy? ¿Cómo puede mejorar su situación? ¿De qué tipo de herramientas puede dotarla para salir de donde está y llevarla hacia donde quiere ir?¿Cómo puede liberarla de sus miedos? ¿De qué manera puede permitirle descubrir sus valores y su potencial? En definitiva, ¿Cómo puede ayudar el Coaching a ser la mujer que quiere ser?

En primer lugar, acompañando a la mujer y ayudándola a lograr un autoconocimiento pleno, guiándola para que  indague en su interior y  se escuche a sí misma. Solo de esta manera podrá identificar y conectar con lo que siente, con sus bloqueos, con lo que necesita para evolucionar.

Muchas mujeres viven dedicadas por completo a  otras personas, a ciertas actividades, o, como la mayoría, imbuidas en la rutina diaria familiar, laboral, social… de tal manera que no son conscientes de lo que realmente les sucede a ellas mismas. El Coaching permite que la persona tome conciencia y abra los ojos a su realidad, se podría decir que contribuye a que la mujer recupere su  auténtico ser  y  logre verse a sí misma.

Una vez haya recorrido ese camino, la mujer estará en disposición de tomar decisiones  y actuar en consecuencia. Y lo importante es que sea cual sea su decisión en cualquiera de los ámbitos de su vida, tras un proceso de Coaching, será con toda seguridad una decisión consciente y más libre que la que hubiera podido tomar antes.

El Coaching es un aliado para la mujer de hoy. Esta disciplina aporta unas herramientas que refuerzan y empoderan, que permiten recuperar y potenciar lo mejor de las mujeres, que cambia la manera en la que se miran  a sí mismas y  al resto del mundo, un mundo para el que la gran mayoría no han sido preparadas.