Seguramente ya te hemos hablado de todas las posibilidades que te abre realizar un proceso de coaching.

Como cliente al finalizar un proceso te sentirás más empoderado, con más recursos, habiendo visto y observado la vida desde nuevas perspectivas y, lo mejor de todo, habrás puesto en acción distintas propuestas que habrán dado sus frutos y que te servirán para reajustar tu vida personal y profesional.

Un proceso de coaching es un proceso de aprendizaje sobre ti mismo y es una oportunidad para mirarte de una manera que nunca habías tenido.

Es una ocasión para enfrentar todos tus temores y dejar salir a esa persona que tras varios personajes que se ha creado durante su vida, desea brillar con autenticidad, sin miedo, con valentía y con coraje.

Proceso de Coaching

Por ello, un proceso de coaching es la vía de crecimiento, desarrollo y evolución personal más potente que existe, porque no hay reglas, no hay un manual de instrucciones que debes aprenderte.

Ni si quiera hay modelos o referentes a quien copiar, por una vez se trata de mirarte con compasión y tener la certeza de que todo lo que necesitas ya está dentro de ti.

Lograr esa fe ciega en uno mismo, confiando en que la vida me ha dado y me ha proporcionado todos los recursos que necesito.

Cada reto, cada desafío que me encuentro en el camino, son simplemente oportunidades de crecimiento, aunque de entrada puedan parecerme problemas, enfrentamientos, dudas o incluso “mala suerte”.

Lo cierto que es la vida nunca nos pone en situaciones que no estemos preparados para afrontar. Se tratará de mirar el problema desde una nueva perspectiva, con preguntas como:

¿Qué aprendo yo de esta situación? ¿Para qué la vida me trae hoy este desafío? ¿De qué no me he dado cuenta todavía? ¿Cómo este problema o situación me puede ayudar a elevar mi nivel de consciencia?

No se tratará de los resultados que consigas, o bien de las nuevas acciones que implantes en tu vida, se tratará de ti, del nuevo lugar que ocuparás en tu existencia, de esa persona que aflora en su 100% siendo ella misma, ante el juego de la vida.

Porque se trata de eso, de aprender a vivir en coherencia con nosotros mismos, desde estados de ánimo de serenidad y calma, desde una nueva forma de entender que la vida solamente quiere ser vivida, experimentada y sentida.

Aprendiendo que no hemos venido a lograr nada, ni siquiera a conseguir retos u objetivos, hemos llegado a este mundo a experimentar emociones y a transitar todo tipo de situaciones que nos eleven en nuestra manera de concebir la vida.

Con mayor apertura, con mayor flexibilidad, con ligereza.

¿Dónde aprendiste que la vida cuesta, que la vida es esfuerzo?

¿De quién aprendiste a defenderte o a desconfiar?

¿De qué tienes miedo?

Cuando entiendes que en esta vida solamente estás de paso y cuando tienes esa certeza de que un día todo terminará para ti y para mí, debes preguntarte:

¿Cuánto de importante para mí es vivir en la exigencia y en el no disfrute para lograr resultados que se vuelven innecesarios y vacíos de contenido cuando los consigo?

¿Para qué empeñarme en SER ese modelo que me he creado simplemente porque creo que desde ahí seré más admirado, respetado o amado?

¿Hasta cuándo vas a esperar para SER esa persona que siempre has querido SER? ¿Hasta cuándo? Si no es ahora, ¿cuándo?

¿Qué es lo que todavía no has aprendido respecto a tu exceso de culpa o responsabilidad mal entendida?

Reflexión sobre estas preguntas

Reflexionar sobre todas esta preguntas puede proporcionarte una sensación de ligereza o incluso darte cuenta y preguntarte: ¿Para qué me he tomado todo tan en serio?

Tú decides cómo quieres que sea esta experiencia vital para ti, cómo decides hacer el camino, cómo eliges sufrir, exigirte, agotarte.

Esta vida es tuya, decide cómo quieres vivirla y quién quieres ser en ella. Esta sí, es tu responsabilidad, el compromiso que adquieres contigo mismo y que puede que te haga parar, dejar de hacer y de ser quien no quieres ser.

Lo que eres y lo que haces solamente porque sigues un patrón que nunca te has cuestionado, o bien porque todavía eres leal a mandatos o a personas de tu pasado de las que no te has soltado.

Crece, evoluciona, madura, aprende que tienes más poder del que crees. Date cuenta de que cuando das un paso incrementas tu capacidad sobre las situaciones o problemas que se te presentan.

Deja de quejarte y actúa en consonancia con lo que quieres y con quién eres. Deja de imitar o de ser aquella persona que crees que debes ser. Suelta expectativas y fluye en tus camino, porque este camino es solo tuyo.

taller coaching

Atrévete a marcar la diferencia, atrévete a dar ese paso que posiblemente pueda no ser entendido por tu entorno, pero que te acerca a quien tú eres.

Deja tu huella, la tuya, no trates de copiar la huella y el brillo de otros. Tú también tienes tu lugar aquí. Toma la responsabilidad de tu vida y deja que los demás tomen la suya, ya sean tus padres, hermanos, hijos o amigos.

Entiende que nadie puede ser salvado o ayudado si primero no ha pedido ayuda. El cambio y la trasformación llega cuando la persona se rinde, cuando se da cuenta de que por sus medios y con los recursos con los que cuenta, ya no es suficiente y necesita algo más.

Somos seres sociales, vivimos en comunidad y aprender a mostrarnos vulnerables ante el otro, supone el gran aprendizaje vital, de que posiblemente “yo no pueda con esto”.

Aprender a declarar “no lo sé” “no sé qué hacer o cómo hacerlo” nos convierte en humanos responsables de nosotros mismos. Lejos de sentirnos débiles. Pedir ayuda es otro acto de coraje.

Todo esto, toda esta nueva consciencia se trabaja en un proceso de coaching.

¿Quién quieres ser?

Los objetivos, las metas y las situaciones que tratamos de resolver en un proceso de coaching son simplemente nuestra hoja de ruta, es lo que nos ayuda a poner dirección y ordenar nuestro aprendizaje de vida.

Pero es simplemente eso, un camino por el que transitar. Lo importante será cómo lo quieres caminar, el ritmo, la tensión, intensidad que le pongas, la actitud, tu estado de ánimo y en definitiva quién quieres SER en ese camino.

En el proceso de coaching aprenderás sobre ti mismo, te descubrirás, te darás cuenta de todos los personajes que habitas para sobrevivir, conectarás con tus emociones, habitarás espacios de reflexión profunda donde aumentarás la consciencia sobre ti mismo.

Y todo esto te permitirá tomar perspectiva de quien has venido siendo para SER tú más completo, más en esencia y más coherente.

Esto te traerá paz, estabilidad emocional, serenidad y felicidad por SER quien ERES. ¿No es esto lo que verdaderamente has estado buscando todo este tiempo? ¿No es este verdaderamente tu gran anhelo?

Sé valiente, da el paso e inicia tu camino. El coaching será una herramienta útil en tu proceso vital. Para mí lo fue, un punto de inflexión, un quiebre que puso patas arriba todo lo conocido y que me ofreció la oportunidad de SER AUTÉNTICA.

Nuria Carrasco

NURIA CARRASCO ROLDÁN

Es Coach PCC (coaching individual y de equipos), formadora y supervisora en el CEC.
Licenciada en Ciencias del Trabajo (Universidad de Alicante)
Máster en Dirección de RRHH (Universidad de Alicante)

Ha realizado estudios de especialización en Coaching Ejecutivo individual, Coaching de Equipos, Coaching Corporal, Mentoring y Supervisión, Cuerpo y Movimiento, Neurociencia y neuroliderazgo, etcétera. (Escuela Europea de Coaching, Newfield Network, Menslab, etc.).

Facilitadora del programa de Certificación de Coaching.