Por Marianne Williamsom
Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiados.
Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad
Lo que nos asusta.
Nos preguntamos:
¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
Más bien, la pregunta es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Eres un hijo de Dios.
Jugar a ser pequeño
No sirve al mundo
No hay nada iluminador en encogerte
Para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Todos estamos hechos para brillar
Como brillan los niños.
Nacemos para poner de manifiesto
La gloria de Dios, que está dentro de nosotros,
No solamente en algunos,
Sino en todos y cada uno de nosotros.
Y si dejamos lucir nuestra propia luz,
Inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo,
Nuestra presencia automáticamente libera a los demás.
VERSIÓN EN INGLÉS
Our deepest fear
“Our deepest fear is not that we are inadequate.
Our deepest fear is that we are powerful beyond measure.
It is our light, not our darkness
That most frightens us.
We ask ourselves
Who am I to be brilliant, gorgeous, talented, fabulous?
Actually, who are you not to be?
You are a child of God.
Your playing small
Does not serve the world.
There’s nothing enlightened about shrinking
So that other people won’t feel insecure around you.
We are all meant to shine,
As children do.
We were born to make manifest
The glory of God that is within us.
It’s not just in some of us;
It’s in everyone.
And as we let our own light shine,
We unconsciously give other people permission to do the same.
As we’re liberated from our own fear,
Our presence automatically liberate others”
Marianne Williamson es escritora y activista americana.
Este poema fue leído por Nelson Mandela en su discurso de investidura como Presidente Electo de Sudáfrica (1994)