LAS BASES DE NUESTRO MODELO.

Como es conocido, somos una escuela integrativa con una base ontológica evidente, que incorpora en su modelo diferentes corrientes y disciplinas como la terapia Gestalt, el enfoque sistémico, el trabajo corporal, la neurociencia, la PNL o la meditación y el mindfulness.

Pero, ¿qué es el coaching ontológico y en qué se diferencia de otras corrientes de coaching?

Si hacemos un poco de historia, el coaching ontológico es una disciplina desarrollada principalmente por Fernando Flores, Rafael Echeverría y Julio Olalla, que fueron socios en EEUU, en la década de los 80.

En las décadas posteriores, desarrollando cada uno sus propios proyectos, el coaching ontológico ha vivido una importante expansión en todo el continente americano y también en Europa, principalmente en España.

Fernando Flores, filósofo chileno que llegó a ser ministro del gobierno de Salvador Allende y vivió la cárcel y el exilio en Estados Unidos, integró en su trabajo el pensamiento de autores como Nietzsche, Heidegger, Austin o Humberto Maturana, de quién fue discípulo, para crear un enfoque que ayudaba a las personas a transformar sus interpretaciones del mundo y expandir sus posibilidades de acción.

Su metodología se centraba en explorar cómo las personas usan el lenguaje para interactuar y cómo el lenguaje influye en su identidad y en su potencial.

Rafael Echeverría, colaborador de Flores en los primeros años, desarrolló el modelo en el influyente libro “Ontología del lenguaje”, publicado en 1994.

Profundizando en la relación entre el lenguaje, las emociones y el cuerpo, como componentes fundamentales del “ser” y ayudando a definir una estructura más concreta para el coach ontológico. Poniendo el énfasis en el autoconocimiento, como base para el cambio y la transformación.

Julio Olalla, por su parte, no dejó escritos significativos, pero desarrolló una gran actividad a través de su Escuela de Coaching y ha contribuido también a la expansión del coaching ontológico de manera muy significativa.

La palabra «ontología» proviene del griego y significa «el estudio del ser». La ontología hace referencia a nuestra comprensión del ser humano.

En el coaching ontológico, se hace énfasis en la “transformación del ser», es decir, en cómo la manera en que percibimos e interpretamos el mundo afecta nuestro comportamiento y las posibilidades que creamos para nosotros mismos y cómo esto puede modificarse en la medida en que revisemos esas interpretaciones.

Nuestra identidad, nuestras relaciones y nuestras posibilidades de acción están profundamente condicionadas por el lenguaje que usamos. A través de él, damos sentido al mundo y configuramos nuestra experiencia y nuestras interacciones.

taller-coaching

PRINCIPIOS DEL COACHING ONTOLÓGICO

En su libro, Ontología del lenguaje, Rafael Echeverría establece dos principios:

“Primer principio: no sabemos cómo son las cosas. Solo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos”

Esta concepción tiene un impacto muy importante en la ontología del lenguaje y en la concepción del trabajo. Desde esta perspectiva, “se abandona toda pretensión de acceder a “la verdad” para pasar a poner el foco en “El Observador” y en la mirada de aquel que observa, es decir, en sus interpretaciones.

Nuestra escucha no se enfoca en conocer “la verdad”, sino en comprender el mundo interpretativo del observador.

“Segundo Principio: no sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace.”

Este principio crea una relación que va del ser a la acción. Nuestras acciones revelan el ser que somos, pero también podemos ir a la inversa, podemos modificar el ser que somos, transformarnos en el devenir de nuestras acciones. El ser se constituye en la acción.

LOS TRES DOMINIOS DEL SER

Otra de las aportaciones fundamentales del coaching ontológico es la distinción que hace sobre los tres grandes dominios de la experiencia humana: lenguaje, emoción y corporalidad.

Se llaman “dominios”, porque abarcan diferentes aspectos de nuestro ser y actuar en el mundo. Son espacios en los que podemos observarnos, conocernos y trabajar para generar cambios que nos permitan alcanzar nuestros objetivos y mejorar nuestras relaciones y desempeño.

1. Dominio del lenguaje

El lenguaje es generativo. Somos seres lingüísticos y a través del lenguaje creamos realidades y posibilidades.

El coaching ontológico sostiene, en la línea de los filósofos constructivistas, que el lenguaje tiene una función descriptiva y también generativa, lo que significa que no solo describe la realidad, sino que también la construye.

Las interpretaciones, los juicios y las declaraciones que hacemos a través del lenguaje influyen en cómo vemos el mundo y las oportunidades que percibimos como disponibles. Mediante el lenguaje, definimos cómo nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo, establecemos nuestras creencias, narramos nuestras experiencias y construimos relaciones.

Asimismo, el lenguaje es acción. A través del lenguaje, podemos alterar el curso de los acontecimientos, hacemos que las cosas ocurran. Con cada declaración, con cada juicio, abrimos y cerramos posibilidades que afectan al futuro y también a nuestra identidad.

Un juicio negativo repetido sobre nuestras habilidades puede limitarnos, mientras que una declaración de intención puede abrirnos a nuevas oportunidades.

Por ejemplo, si una persona se ve constantemente a sí misma como una «víctima» de las circunstancias, sus palabras y narrativas internas tienden a reflejar y reproducir esta identidad. Al decir frases como «no tengo suerte» o «las cosas nunca me salen bien», está generando una realidad que va a ser consistente con esa estructura de pensamiento.

Formación-coaching

2. Dominio de las emociones

Las emociones influyen en nuestras percepciones, motivaciones y acciones. No son simples reacciones, sino estados internos que afectan profundamente a nuestra manera de estar en el mundo. Cada emoción tiene una disposición hacia ciertas acciones y nos limita para otras.

Como dice Humberto Maturana, las emociones son predisposiciones para la acción. Si estamos en una emoción de miedo, por ejemplo, nuestra disposición será más defensiva y evitativa; en cambio, en una emoción de confianza o entusiasmo, estaremos más abiertos al riesgo y a las relaciones.

Las emociones influyen en nuestro pensamiento y también en nuestro comportamiento, de manera que lenguaje, cuerpo y emoción son tres dimensiones que están profundamente interconectadas.

Trabajar con las emociones nos permite identificar cómo ciertos estados emocionales pueden estar limitando nuestro desempeño y nuestras relaciones y nos permite generar y desarrollar emociones más constructivas para nuestro crecimiento, como confianza, gratitud, calma, plenitud, etcétera.

3. Dominio del cuerpo

El cuerpo es el tercer gran dominio de la experiencia humana. Está íntimamente interconectado con los otros dos, de manera que influye y es influido por ellos. Nuestras posturas corporales, el tono de voz, la respiración, la forma de movernos, reflejan nuestro estado emocional y favorecen un tipo u otro de lenguaje.

Y viceversa. Una persona que enfrenta estrés continuo podría tener una postura corporal cerrada, con los hombros hacia adelante y el pecho hundido, lo que a su vez refuerza una emocionalidad de miedo, un comportamiento evitativo o defensivo y pensamientos de impotencia como “no soy capaz”, “no hay nada que hacer”, etc.

Trabajar sobre el cuerpo puede tener un impacto profundo en cómo nos percibimos a nosotros mismos en nuestras capacidades. Al modificar la postura, el tono de voz, la respiración, la manera como nos sentamos o nuestra forma de andar, podemos generar nuevos estados de ánimo, impactar en nuestro lenguaje y desbloquear nuevas formas de ser y de estar en el mundo.

LAS DISTINCIONES

Otra aportación interesante del coaching ontológico son las distinciones y el propio concepto de distinción. Tal y como afirma Echeverría, “Los seres humanos observamos en función de las distinciones que poseamos”. Sin la distinción teléfono, no podemos observar un teléfono. Podemos observar materiales, colores, texturas, pero no podemos observar un teléfono.

Accedemos a nuevas distinciones a través de la educación, de la cultura, de la ciudad en la que nos hemos criado, de la década en la que hemos nacido, de la profesión que hemos desarrollado, de nuestras experiencias vitales.

Un médico adquiere distinciones imprescindibles para su profesión que le permite observar y describir aspectos de la realidad que los demás no podemos. De la misma manera, los coaches vamos adquiriendo nuevas distinciones lingüísticas, emocionales, corporales, etc. que nos permiten trabajar con nuestros clientes. En nuestro blog recopilamos algunas de ellas (consultar aquí).

La adquisición de distinciones es una parte importante del proceso de aprendizaje para ser coach. De hecho, aprender la profesión de coaching implica dos grandes dimensiones: por una parte, con el estudio y con la práctica, vamos a ir incorporando e integrando nuevas distinciones.

Por otra parte, vamos a ir desarrollando determinadas competencias. Por ejemplo, si pensamos en la competencia de la escucha, podremos desarrollarla a través de la práctica, pero vamos a necesitar ciertas distinciones para avanzar en el proceso.

Con todas estas premisas, puede entenderse cómo nuestro modelo, al basarse y desarrollarse a partir del coaching ontológico, se alinea con él al poner el foco en el autoconocimiento y en el crecimiento personal de una manera más directa y profunda que otros modelos de coaching, que pueden tener un enfoque más operativo y transaccional, más enfocado en la resolución de problemas y en el logro de metas.

coaching ontológico, Coaching ontológico. Los 3 dominios del ser.

MIRIAM ORTIZ DE ZÁRATE

Socia directora del CEC.
Coach MCC por la International Coach Federation.
Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid.

Ha realizado estudios de especialización en Coaching individual y de equipos, coaching sistémico, coaching corporal, coaching energético, Psicoterapia Gestalt, Psicoterapia Integrativa, Eneagrama, Constelaciones Familiares y Organizacionales, Bioenergética, etc. (Instituto de Empresa, Centro de Estudios Garrigues, Escuela Europea de Coaching, Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, Programa SAT de Desarrollo, IPH, Fundación Claudio Naranjo, Fundación Tomillo, Improving Network, Sensum Systemic, Instituto Hellinger de Holanda, Talentum, Emana, etc.)

Formadora del Programa de Certificación de Coaching en CEC.

Contáctanos

    Si deseas información sobre nuestros programas y talleres, o si tienes cualquier otra duda, rellena este formulario y nos pondremos en contacto contigo. ¡Gracias!





    Quiero recibir la newsletter de CEC con información sobre sus actividades gratuitas, cursos y servicios.

    Información básica sobre Protección de Datos
    CEC (Centro de Estudios del Coaching SL) tratará tus datos personales para responder a tu solicitud, y si lo deseas, para gestionar nuestra newsletter y enviarte información sobre nuestras actividades y servicios. Distribuimos nuestra newsletter a través de una plataforma que en ocasiones utiliza servidores informáticos alojados fuera de la Unión Europea. El tratamiento se basa en tu consentimiento, que podrás retirar cuando quieras, así como ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión y otros en la dirección info@centrodelcoaching.es. Para más información, consulta nuestra Política de privacidad