El trabajo con las polaridades en el coaching es fundamental para el desarrollo integral del individuo, ya que permite integrar distintas partes de su personalidad, incluidas aquellas que se encuentran en la sombra o que han sido rechazadas a lo largo de su vida. Estas polaridades, que pueden ser vistas como aspectos opuestos dentro de un mismo ser, son herramientas poderosas para fomentar la autocomprensión, la aceptación y el crecimiento personal.
En el ámbito del coaching, uno de los enfoques más poderosos para facilitar el crecimiento personal es el trabajo con las polaridades. Este concepto se refiere a la idea de que, dentro de cada persona, existen aspectos aparentemente opuestos o contradictorios que coexisten. Por ejemplo, la luz y la sombra, la fuerza y la vulnerabilidad, la confianza y la duda.
Sin embargo, a menudo ignoramos o rechazamos ciertos aspectos de nosotros mismos, especialmente aquellos que hemos considerado «negativos» o inaceptables. Aquí es donde entra el trabajo con las polaridades: un proceso de integración que ayuda a los individuos a reconciliar estas partes opuestas para alcanzar una mayor coherencia y equilibrio.
¿Qué son las polaridades en el coaching?
Las polaridades son dos aspectos o fuerzas aparentemente opuestas que, sin embargo, forman parte de un mismo todo. Pueden manifestarse como:
- La luz y la sombra: Aquello que mostramos al mundo frente a lo que reprimimos o escondemos.
- La acción y la reflexión: La energía activa versus la necesidad de introspección.
- La autoconfianza y la inseguridad: La dualidad entre lo que creemos de nosotros mismos y nuestras dudas internas.
- La autoridad y la sumisión: Cómo nos posicionamos en relación con los demás, entre el control y la adaptación.
El trabajo con polaridades no se trata de eliminar o superar estas contradicciones, sino de integrarlas y comprenderlas. De esta forma, se facilita una relación más sana con uno mismo y con los demás.
La sombra: lo rechazado y olvidado
Uno de los principales objetivos del trabajo con polaridades es abordar la sombra, un concepto ampliamente utilizado en la psicología de Carl Jung. La sombra se refiere a aquellas partes de nuestra personalidad que hemos rechazado o reprimido porque no encajan con nuestra autoimagen o con las expectativas sociales. Sin embargo, estas partes no desaparecen, sino que permanecen activas en nuestro inconsciente, influenciando nuestra conducta y emociones de manera indirecta.
En el contexto del coaching, el trabajo con la sombra permite que los clientes reconozcan y acepten sus aspectos rechazados. Al hacerlo, potencian su autenticidad y desarrollan una mayor capacidad para tomar decisiones alineadas con su ser completo. Por ejemplo, alguien que ha reprimido su necesidad de vulnerabilidad puede empezar a ver esta cualidad como una fuente de fuerza, autenticidad y conexión con los demás, en lugar de un signo de debilidad.
En el marco de integrar las diferentes polaridades como parte del proceso de coaching, lo que buscamos indirectamente es:
1. Mayor autocomprensión: A medida que los clientes exploran sus polaridades, obtienen una visión más clara de sus propios procesos internos. Esta toma de conciencia les permite entender sus reacciones y emociones desde una perspectiva más amplia. También respecto a sus relaciones con otras personas, los clientes entienden mejor las proyecciones que realizan y los juicios que tienen con respecto a otros, lo que les ayuda a ver mejor sus propios comportamientos, abriendo la posibilidad de cambiar, si quiere.
2. Reducir la autocrítica: Al aceptar tanto la luz como la sombra de uno mismo, se disminuye la tendencia a la autoexigencia desmesurada y a la vergüenza. Los clientes pueden verse a sí mismos con más compasión y sin la necesidad de ser perfectos.
3. Aumentar la flexibilidad: Las polaridades no son estáticas; representan fuerzas en constante movimiento. Al aprender a navegar entre ellas, los clientes desarrollan resiliencia y mayor flexibilidad emocional, lo que les permite adaptarse a los cambios y desafíos de manera más efectiva.
4. Desarrollar una actitud más auténtica: La integración de las polaridades ayuda a los clientes a vivir de manera más auténtica, aceptando todas las partes de sí mismos, tanto las que consideran «buenas» como las que consideran «malas». Esta aceptación les permite tomar decisiones más alineadas con sus valores profundos.
Herramientas para trabajar las polaridades en el coaching
Existen diversas herramientas y enfoques que los coaches podemos utilizar para facilitar el trabajo con las polaridades, algunas de las cuales incluyen:
- Diálogos internos: Invitamos a los clientes a tener conversaciones internas entre las diferentes polaridades que viven en su interior. Por ejemplo, dialogar entre la parte de ellos que siente inseguridad y la parte que busca la autoconfianza.
- Visualización: Guiamos a los clientes a visualizar sus polaridades como figuras o elementos, y explorar cómo se relacionan entre sí.
- Ejercicios de integración: Utilizamos ejercicios prácticos que les permitan experimentar físicamente o emocionalmente cómo se siente estar en el centro de sus polaridades, balanceando sus opuestos.
- Reflexión y journaling: Proponemos ejercicios de reflexión escrita para que los clientes puedan explorar las polaridades que emergen en su vida diaria y analizar cómo influyen en sus decisiones.
El coach juega un papel crucial en el proceso de integración de las polaridades, ya que debe crear un ambiente seguro, libre de juicios, donde el cliente pueda explorar sin miedo sus contradicciones internas.
El coach debe ser un facilitador empático que guíe al cliente a través de un proceso de autodescubrimiento, ayudándole a abrazar todas las partes de su ser. Además, debe saber cuándo intervenir con preguntas poderosas, cuando el cliente está listo para confrontar aspectos de sí mismo que podrían haber permanecido ocultos.
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Pilar García de Viedma
Coach MCC por la International Coach Federation.
Directora del Programa de Especialización en Coaching de Equipos.
Ha realizado estudios de especialización en Coaching Ejecutivo, Coaching de Equipos, Coach de Sistemas Relacionales y Organizacionales, Facilitación Sistémica, Master Coach en PNL, Liderazgo, Psicoterapia Gestalt, Psicoterapia Integrativa, Eneagrama y un largo etcétera (IESE, Escuela Europea de Coaching, IPG, Fundación Claudio Naranjo, ORSC, Talentum, John Grinder, Allan Santos, Joseph O´Connor, Robert Dilts, SCT Systemic, etc.).
Formadora del programa de Herramientas y supervisión de coaching.