La sesión de coaching, a diferencia de otro tipo de intervenciones, tiene una estructura definida que comienza por lo que llamamos la definición del acuerdo, una fase en la que exploramos con el cliente lo que quiere conseguir en la sesión, para qué quiere lograr aquello que declara, qué impacto va a tener en su vida, en su entorno, en sus relaciones, qué aspectos habrá que tener en cuenta para lograrlo, incluso qué indicadores va a definir para medir el éxito de la sesión.

Esto genera a su vez una serie de preguntas específicas, con las que buscamos que el cliente formule su objetivo para la sesión, aquello que quiere lograr. De esta manera se puede hacer responsable del proceso, en vez de esperar que sea el coach quién oriente o dirija o proponga aspectos a trabajar.

Con esto transmitimos al cliente un mensaje implícito que puede tener mucha fuerza: tú eres el responsable de tu proceso. Yo confío en ti. Confío en tu intuición, en tu capacidad para identificar qué se necesita, por dónde avanzar, cual es el mejor enfoque para llegar al resultado.

Muchas veces los clientes llegan con la expectativa de que van a ser orientados o dirigidos y cuando les preguntamos: qué quieres conseguir en esta sesión, por dónde quieres avanzar, qué elementos quieres considerar… se sienten desorientados y sorprendidos y a veces incluso se enfadan y nos dicen: “no sé, dímelo tú, tú eres el experto…” Otras veces conectan con una sensación de impotencia, como de falta de capacidad y nos dicen “no sé, no tengo ni idea…”

El acuerdo en la sesión de coaching, El acuerdo en la sesión de coaching

Creo que estamos poco acostumbrados a que nos hagan este tipo de preguntas, a que nos den espacio para reflexionar. Más bien lo que solemos recibir son consejos, ideas, orientación sobre lo que deberíamos hacer o pensar o sentir…

Basta con darnos espacio para reflexionar, tomarnos el tiempo de indagar, ir un poco más allá de lo obvio.

Sin embargo, la experiencia nos devuelve una y otra vez que las personas saben lo que quieren, lo que necesitan, lo que es importante o prioritario, lo que les afecta o lo que les impulsa. Lo que pasa es que para acceder a esa información, se requiere apertura y escucha y también un cierto contexto, un espacio de reflexión con tiempo para poder pensar, para explorar, para buscar un poco más profundo, un poco más adentro.

El cliente de coaching descubre todo esto durante el proceso. No sólo encuentra caminos, resuelve problemas, consigue objetivos. En un nivel más profundo, contacta con sus propias capacidades y recursos y toma conciencia de que más allá de ese primer “no sé”, que sale de manera casi automática en las primeras sesiones, suele emerger una información muy valiosa que está un poquito más abajo, pero que es perfectamente accesible para todos nosotros. Basta con darnos espacio para reflexionar, tomarnos el tiempo de indagar, ir un poco más allá de lo obvio.

A mí me fascina ese momento de la sesión en el que el cliente ha definido su objetivo, y le preguntamos: ¿por dónde quieres avanzar? Es una pregunta difícil para el cliente, pero sobre todo es una pregunta difícil para el coach, porque implica confiar y soltar todo tipo de control y también implica aceptar que la elección del cliente es sagrada, que él sabe.

Darle esta responsabilidad es un acto de rendición necesario para adentrarnos en su mundo y acompañarle en una exploración que no tenemos ni idea de a dónde nos va a llevar. Es aceptar y confiar, es soltar y rendirnos, para descubrir que no necesitamos saber. Y que ese es un buen lugar para nosotros.

El acuerdo en la sesión de coaching, El acuerdo en la sesión de coaching
El acuerdo en la sesión de coaching, El acuerdo en la sesión de coaching

Miriam Ortiz de Zárate

Socia Directora del CEC.
Coach MCC por la International Coach Federation
Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid

Ha realizado estudios de especialización en Coaching individual y de equipos, coaching sistémico, coaching corporal, coaching energético, Psicoterapia Gestalt, Psicoterapia Integrativa, Eneagrama, Constelaciones Familiares y Organizacionales, Bioenergética, etc. (Instituto de Empresa, Centro de Estudios Garrigues, Escuela Europea de Coaching, Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, Programa SAT de Desarrollo, IPH, Fundación Claudio Naranjo, Fundación Tomillo, Improving Network, Sensum Systemic, Instituto Hellinger de Holanda, Talentum, Emana, etc.)