10º Edición de formación en Coaching en formato residencial.

El próximo 15 de julio, CEC iniciará la formación de su 10ª edición del Programa de Certificación de Coaching en formato residencial. Han sido 10 Ediciones en 7 años. Inicialmente una vez al año y ahora dos. Diciembre y Julio.

Lo más destacado de esta formación es el formato. El contenido, los formadores y la calidad del curso es excelente e igual al de los otros formatos de CEC.

Lleva la marca de una de las mejores escuelas de coaching de España y en todas sus dimensiones es el mismo curso que en los formatos online o presencial acudiendo a la escuela quincenalmente.

Lo diferente es el hecho de acudir a un modelo intensivo y especialmente residencial. ¿Y qué es lo que este formato tiene de especial?

Como facilitador, coach, supervisor y mentor de los alumnos de los residenciales, desde los inicios en 2017, he podido ver como edición tras edición algo diferente se generaba por el hecho de acudir a un lugar, convivir y permanecer centrados en la formación durante 9 días consecutivos.

Si le preguntas a los alumnos, la primera repuesta que dan es la experiencia vivida. La sensación global de experiencia que supone la concentración y la separación casi completa de la vida cotidiana más allá de llamadas puntuales de teléfono.

Esto genera un viaje absoluto, en el que los aprendizajes y descubrimientos se van cocreando con los de los compañeros y las vivencias se van acumulando y resignificando a medida que los días y las dinámicas del curso se van evidenciando.

Aprender desde lo corporal, lo intuitivo, lo emocional y después integrando desde el lenguaje o lo más racional es en sí una forma de aprender diferente.

Sentir antes de nombrar. Percibir antes de sentir. Vivir en el cuerpo lo que después tendré la posibilidad de compartir con mis compañeros.

Cuando trabajamos intuitivamente lo hacemos en dos direcciones. De arriba abajo. Desde la visualización vamos por ejemplo de lo mental a lo corporal y emocional como consecuencia. La emoción como puente entre la psique y el soma.

Otro nivel más profundo, desde lo menos consciente es trabajar de abajo arriba. Desde la vivencia corporal hasta la integración mental de lo que emerge posteriormente a través de un sentir emocional no inducido.

coaching intensivo

En este formato disponemos de tiempo para iniciar la jornada temprano por la mañana trabajando el cuerpo y la calma mental a través de la meditación.

Podemos desarrollar una jornada con descansos al ritmo de lo vivencial y continuar por la noche realizando actividades llenas de simbolismo, de rituales y de dinámicas que abren el campo al inconsciente del alumno y a una mayor capacidad de aprendizaje.

Los alumnos se arriesgan más allá de lo académico a un lugar diferente. Lleno de posibilidades que no parecen tener permiso en formatos más ortodoxos.

Todo ello en un entorno natural, lleno de belleza y no exento de comodidades.

En habitaciones individuales que permiten la intimidad y el recogimiento según las necesidades del alumno, o espacios de compartir, piscina, cafetería, terrazas al aire libre, donde buscar la corregulación con los otros y el compartir.

Los coaches y supervisores, comparten el día a día con los alumnos y están disponibles para acompañarles en cualquier momento en que lo necesiten a lo largo de estos 9 días intensos.

Si la persona necesita de apoyo en la intimidad, habla con el supervisor que desee y recibe toda la ayuda que necesita.

Para los alumnos que desean ser coaches, pero no encuentran nunca el tiempo para dedicarse a ello, este formato favorece la posibilidad de pedir una semana de vacaciones en la actividad laboral y tomar, con dos fines de semana, los 9 días necesarios para llevarlo a cabo.

Para las personas que desean formarse como coaches, este formato supone acceder a una forma diferente de aprender una profesión, que es más intuitiva que académica y que tiene más que ver con sentir que con pensar.

Finalmente, para las personas que se acercan al coaching como proceso de crecimiento personal, esta experiencia inmersiva es un antes y un después en sus vidas.

Todos los alumnos lo dicen de manera unánime y expresan como la experiencia ha marcado su futuro.

En paralelo con todo esto, está el aspecto más humano de formarse en compañía, el lazo entre los asistentes. La vivencia compartida de manera intensa. La confidencia, el apoyo mutuo, la amistad que en este tipo de lugares se siembra.

El encuentro con almas iguales que buscan lo mismo y que se abren a mí con generosidad. Este lazo es especial. Los alumnos asistentes a este formato así lo expresan y lo manifiestan, manteniendo el vínculo entre ellos mucho más allá de la formación.

Somos la única escuela con este formato y estamos orgullosos de él. Cada año creamos matices nuevos, dinámicas diferentes y enfoques que sentimos que pueden aportar.

Cada año la respuesta de los alumnos nos devuelve que estamos en el camino correcto y su desarrollo y crecimiento, llena a esta organización de satisfacción y agradecimiento.

residencial, Coaching Residencial. La magia de una forma diferente de hacer las cosas

JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ

José Manuel Sánchez es Socio Fundador del CEC. Su pasión es el coaching y el desarrollo humano en el ámbito profesional. Actualmente se dedica al desarrollo directivo y al coaching individual y grupal.

Es Coach PCC por la ICF, formado en coaching ejecutivo, coaching de equipos y coaching sistémico. Es terapeuta Gestalt y Transpersonal. Formado en el programa SAT, en Eneagrama y en Coaching Corporal por NewField. Ha realizado el programa PCI en In Copore y es facilitador de Seitai y de trabajo energético en el cuerpo. Es formador de meditación y Mindfulness e Instructor CCT del Compassion Institute.

Codirector del Programa Certificación de Coaching en CEC.