El coaching es una profesión que acompaña a las personas y a los equipos en el logro de sus objetivos, superando sus limitaciones y potenciando sus recursos y fortalezas.

Para la International Coaching Federation, el coaching profesional consiste en la “asociación entre un coach y su cliente, para que éste maximice su potencial personal Y profesional a través de un proceso de acompañamiento reflexivo, creativo e inspirador.”

¿CÓMO FUNCIONA UN PROCESO DE COACHING?

A lo largo de un proceso de coaching, el coach ayuda a su cliente a identificar su situación actual y el lugar al que desea llegar y juntos establecen objetivos y reflexionan sobre el plan de acción más adecuado para lograrlos.

Decimos que el coaching genera un aprendizaje transformacional porque tiene la capacidad de producir cambios profundos en las personas de forma muy eficaz y de manera relativamente sencilla. Para ello, el coach no enseña, dirige ni aconseja, sino que actúa más bien como un facilitador de los procesos de reflexión y toma de decisiones de su cliente.

Durante las sesiones de coaching, el coach escucha y observa a su cliente y, a través de sus preguntas, le hace reflexionar acerca de sí mismo y la manera como se relaciona con su entorno, qué interpretaciones hace del mundo que le rodea, cuáles son sus modelos mentales, sus automatismos, sus puntos ciegos, sus fortalezas y áreas de mejora, etcétera.

Una de las barreras más frecuentes para el cambio y el aprendizaje es la creencia de que las personas no pueden cambiar sus comportamientos. Nosotros pensamos, muy al contrario, que el cambio es posible en cualquier etapa de la vida.

Nuestra “forma de ser” es el resultado de la interpretación que hacemos de la historia de nuestra vida (nuestras creencias y modelos mentales). Cuando identificamos estas creencias, podemos trabajar para modificarlas y así modificar también nuestros hábitos y comportamientos.

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DEL COACHING?

Desde la década de los 80 del siglo XX, el coaching ha venido desarrollándose en el mundo empresarial, a través del coaching ejecutivo. Hoy en día, es una práctica habitual para la mayoría de las empresas y multinacionales de todo el mundo.

Paralelamente, la profesión también se ha desarrollado en el ámbito del coaching deportivo y más tardíamente en el coaching educativo y el coaching personal, entre otros.

¿QUÉ TIPOS DE COACHING EXISTEN ACTUALMENTE?

Esta es una pregunta compleja porque existen múltiples posibles clasificaciones, en función de los factores que escojamos en cada caso.

Una primera distinción importante, es la de “coaching”, versus “coaching profesional”. La palabra coaching es un sustantivo común que significa entrenamiento, de manera que cualquier persona que se dedique al entrenamiento de cualquier actividad, puede legítimamente llamarse coach (entrenador).

Y así podemos encontrar coaches en todo tipo de ámbitos y disciplinas, deportes individuales y grupales, prácticas musicales, canto, instrumentos, estética, estilismo, decoración, cuidado del cuerpo, de la alimentación, dietética, finanzas, estudio, búsqueda de empleo…) y así hasta el infinito.

Habitualmente estos coaches “no profesionales” carecen de una formación específica en coaching, simplemente utilizan sus conocimientos en las diferentes materias para entrenar a otras personas desde su propia experiencia. Esto no podemos considerarlo intrusismo, como a veces se dice, ya que estas personas están haciendo un uso totalmente legítimo de un sustantivo común.

El coaching profesional, por su parte, hace alusión a una profesión específica, que requiere el aprendizaje de una serie de técnicas y el desarrollo de ciertas competencias. Los coaches profesionales se forman, participan en las asociaciones profesionales y se acreditan para ofrecer al mercado garantías de calidad.

Una segunda clasificación de coaching podríamos obtenerla de las diferentes corrientes o escuelas. Existen probablemente miles de escuelas en todo el mundo, pero podemos reunirlas en tres grandes corrientes. La Escuela Americana, la Escuela Europea y la Escuela Ontológica.

Otras posibles clasificaciones podrían ser:

Coaching individual (proceso que se realiza en encuentros coach-cliente, uno a uno) frente coaching de equipos (proceso en el que se trabaja con el equipo de trabajo, equipo deportivo o similar).

Coaching personal (o live coaching, es el coaching que en el que la persona solicita un proceso para trabajar sus propios objetivos) frente al coaching ejecutivo, que es el coaching que se desarrolla en las organizaciones y que tiene sus particularidades, ya que el cliente de coaching es la persona que recibe el proceso, aunque es la empresa quién contrata y financia el proceso.

También existen clasificaciones de coaching en función del tipo de herramientas que se utilizan y/o del enfoque de trabajo, por ejemplo: coaching sistémico, coaching corporal, coaching con PNL, coaching transpersonal, etc.

Algunas escuelas buscan diferenciarse en el mercado y crear una imagen de marca, poniendo etiquetas a su modelo de coaching y añadiendo pequeñas diferencias a una estructura central que en la mayoría de los casos es similar.

Así podemos encontrar infinidad de adjetivos con los que complementan sus modelos, como coaching esencial, coaching integral, coaching dinámico, coaching espiritual, coaching de alto impacto, etc.

Y finalmente, también los propios coaches, a título individual, clasifican su trabajo con algún adjetivo que les sirve para diferenciarse en el mercado y potenciar su imagen de marca, destacando algún área de especialización. (coach de mujeres, coach de adolescentes, coach dietético, coach de salud, coach de finanzas, coach de sueño, coach para la búsqueda de empleo, coach de voz…).

taller coaching

Esto ocurre por requerimientos del mercado y como una forma de desarrollar imagen de marca, aunque en realidad un coach con una buena formación de base podría en principio trabajar con cualquier colectivo y con cualquier temática, ya que su rol no es el del experto.

Sin embargo, son los clientes los que se sienten más confiados contratando a alguien que parece estar especializado en el tema que quieren trabajar.

En este sentido, un coach profesional, que se especializa por ejemplo en coaching ejecutivo, podría trabajar con un enfoque puro (únicamente coaching, en un encuadre no directivo, no consejos, generando espacios de reflexión…) o puede elegir un enfoque mixto, combinando coaching puro con técnicas de mentoring (enfoque más directivo en el que se traslada conocimiento y se ofrecen herramientas, técnicas, etc.

Por ejemplo, cómo liderar una reunión, cómo afrontar una conversación difícil, cómo enfocar una conversación de feedback con un colaborador, etc.).

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA EL COACHING DE LA PSICOTERAPIA?

Esta es una pregunta que nos hacen a menudo y que no es fácil de responder, porque existen diferentes tipos de psicoterapia y para responder de manera precisa, habría que ir comparando el coaching con cada una de ellas (terapia cognitivo conductual, terapia humanista, terapia psicoanalítica, terapia breve centrada en el cliente, terapia Gestalt, terapia basada en mindfulness, etc.)

En términos muy generales, podríamos decir que la diferencia principal entre ambas disciplinas es que el coaching se enfoca únicamente en el desarrollo personal y profesional del individuo, mientras que la psicoterapia trabaja sobre todo con la enfermedad mental.

Desde esta perspectiva el coach no diagnostica ni evalúa lo que le ocurre al cliente, tampoco orienta ni aconseja ni da pautas, cosas que sí pueden darse en algunas psicoterapias.

Esto significa, por ejemplo, que el coach no necesita tener conocimientos de psicodiagnóstico o de psicología en general, aunque sí trabajará para desarrollar competencias como la escucha, la presencia, la aceptación incondicional de sus clientes, la capacidad para hacer preguntas poderosas y generar conciencia, la habilidad para confrontar, etcétera.

BENEFICIOS DEL COACHING

El coaching aporta beneficios significativos a las personas, tanto en su vida personal como profesional. Y también a los equipos y a las organizaciones.

Las personas se benefician del coaching porque favorece su auto-conocimiento, la conciencia de sus prioridades y necesidades, de su vivencia interna, de su mundo emocional, sus creencias y modelos mentales. Todo este autodescubrimiento facilita la toma de decisiones y ayuda a desarrollar un mayor balance y equilibrio personal.

Los profesionales aprenden con el coaching a potenciar sus fortalezas y a mejorar su liderazgo y sus resultados, tanto cuantitativos como cualitativos. Ofrece herramientas y estrategias muy poderosas, que potencian las relaciones con colaboradores, colegas, jefes, clientes, proveedores, etc.

Así mismo es una excelente herramienta para identificar las metas que se desean alcanzar y para poner en marcha las acciones orientadas a facilitar su consecución.

En el mundo deportivo el coaching ayuda a los deportistas y a los equipos a liberar recursos personales para establecer metas, trabajar bloqueos y alcanzar objetivos, a través del autoconocimiento, del empoderamiento y del desafío de los límites.

En el mundo educativo, el coaching ofrece a los profesores eficaces herramientas de autogestión, desarrollo de inteligencia emocional y manejo del aula y de los alumnos.

Los equipos profesionales, deportivos y académicos encuentran en el coaching de equipos recursos para desarrollarse y mejorar sus resultados, porque aprenden a escucharse, incrementan la confianza, la comunicación, la cooperación, el respeto y el sentido de pertenencia. El coaching de equipos facilita la creación de equipos de alto rendimiento.

Finalmente las Organizaciones, ya sean empresas familiares o multinacionales, asociaciones sin ánimo de lucro, colectivos de todo tipo, agrupaciones deportivas, centros escolares, centros sanitarios, etc. se benefician de todo lo anterior. A nivel empresarial el coaching ayuda a desarrollar y retener el talento, facilita los procesos de cambio organizacional e influye muy positivamente en la comunicación, los estilos de liderazgo y, por tanto, en el clima laboral.

beneficios del coaching

Miriam Ortiz de Zárate

MIRIAM ORTIZ DE ZÁRATE

Socia directora del CEC.
Coach MCC por la International Coach Federation.
Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid.

Ha realizado estudios de especialización en Coaching individual y de equipos, coaching sistémico, coaching corporal, coaching energético, Psicoterapia Gestalt, Psicoterapia Integrativa, Eneagrama, Constelaciones Familiares y Organizacionales, Bioenergética, etc. (Instituto de Empresa, Centro de Estudios Garrigues, Escuela Europea de Coaching, Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, Programa SAT de Desarrollo, IPH, Fundación Claudio Naranjo, Fundación Tomillo, Improving Network, Sensum Systemic, Instituto Hellinger de Holanda, Talentum, Emana, etc.)

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