Por Alicia E. Kaufmann. Analytic network coach y catedrática UAH

Este año las fiestas oscilan entre luces y sombras. Está en manos de cada uno, convertirlas en algo agradable. La otra cara de las fiestas es estar agobiado por la crisis, los gastos de los regalos, el desempleo creciente, la incertidumbre, Covid 19 entre otras. Para Einstein “la crisis es una bendición para personas y países, trae progreso. La creatividad nace de la angustia. Quien supera la crisis se supera a si mismo sin quedar superado…”. Charles Dickens, describe la ambivalencia frente a las fiestas cuando dice:

“Si pudiese hacer mi voluntad, a cada imbécil que me viniera con el Feliz Navidad, lo cocería en su propio jugo y lo enterraría con una estaca de acebo clavada en el corazón”

Con estas palabras, contestó el avaro Scrooge a su sobrino, cuando éste vino a felicitarle para las fiestas en “Un cuento de Navidad” de Charles Dickens. Durante las fiestas, hay personas que se ven embargadas por la tristeza, los problemas económicos, los que ya no están, la soledad, la enfermedad, hechos tristes, que pueden ensombrecer las celebraciones.

El Centro de Investigaciones Sociológicas ha realizado varios estudios sobre las fiestas de fin de año. El 56,5% considera que son fiestas de carácter familiar, el 26 %, de carácter comercial y el y el 11%   de carácter religioso. Los hombres consideran que son fiestas de carácter comercial, más que las mujeres, los jóvenes más que los mayores y los que viven en las grandes urbes, más que los de pueblos pequeños.  El 62%, considera que las fiestas son más bien alegres, en tanto que el 15% piensa que son celebraciones tristes.

Las emociones predominantes son la alegría el 50%, el 27% tristeza y un 17% melancolía. Según los Datos del CIS, una parte importante de la población soporta las fiestas sin pena ni gloria. El orden de importancia es Nochebuena (81%), Navidad (78%), Nochevieja (76%), Reyes (70%) y Año Nuevo (65%). El 97% de los españoles cena en familia en Nochebuena, en tanto que en Nochevieja lo hace el 81%. El 59% hacen los regalos en Reyes, el 17% en Navidad y el 16% en ambas fiestas.

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Hay personas a quienes se le “atragantan las fiestas”, porque tienen que compartir una comida con familiares o amigos a los que no pueden ni ver. Algunos hablan de la “depresión blanca”. Según la Asociación Europea de Psiquiatría social, el 20% de los españoles padece este problema. El ambiente de alegría se ensombrece ante la ausencia de seres queridos y la presión social que incita a gastar resulta muy fuerte. Otro de los males de nuestro tiempo lo constituye la soledad. No es lo mismo sentirse solo que estar solo.

El peligro consiste según los expertos en dejarse llevar por la inercia y hacer cada año lo mismo, en lugar de aprovechar e innovar, como decía. Einstein agrega que el problema de países y personas es la pereza por encontrar salidas. . Está en nuestra mano, que suene a nuestro alrededor una “dulce melodía” y no la canción amarga, que escuchaba el avaro en el cuento de Dickens, que finalmente “se transformó” por la presencia de los espíritus que lo fueron a ver a lo largo de esas mágicas noches.

Como decía Einstein convirtamos la adversidad en creatividad. En la crisis dice, aflora lo mejor de cada uno, por ello insta a trabajar duro y a acabar con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla. Por tanto felices fiestas y el deseo de un 2021, lleno de emprendimientos, proyectos osados e innovadores.