Mi experiencia como coach de equipos me dice que hay un alto porcentaje de equipos que funcionan con mentalidad de silos.
¿Qué es la mentalidad de silos?
Es la creencia de que los objetivos individuales están por encima de los de la organización. Esta creencia es muy peligrosa, porque si tenemos esa mentalidad, lo que aparece inmediatamente es un comportamiento reactivo para defender los objetivos individuales, por lo tanto lo que aparece es el ego.
Una mentalidad de silos se puede ver en comportamientos como el acaparamiento de recursos, la retención de información, la falta de voluntad para trabajar con otros y anteponer las propias necesidades y el logro de objetivos a los de la organización.
Ahí aparecen luchas de poder, conflictos, falta de comunicación, y por tanto la organización se centra en defenderse, lo que conlleva un gasto de energía enorme, que se podría utilizar para enfocarse en la visión y la estrategia y producir resultados extraordinarios a través de la comunicación y la colaboración.
Si preguntamos a cualquier miembro de un equipo: ¿Cuánto de importante es la colaboración para vosotros? Casi todos dirían una puntuación muy alta, sin embargo, al tener mentalidad de silos, la cultura de colaboración deja de existir y los equipos se centran en su propia visión como equipo, dejando de lado la visión de la organización en su conjunto.
¿Qué impacto tiene la mentalidad de silos?
Cuando una organización se encuentra trabajando en silos, hacerlo puede tener graves consecuencias negativas:
Disminución de la productividad: las personas y los equipos pierden tiempo y energía duplicando esfuerzos en actividades que otros ya han completado. Hay estudios que muestran que la falta de colaboración y comunicación les cuesta a las empresas en USA aproximadamente 7 horas a la semana por persona, lo que equivale a más de 350 horas al año.
Mala toma de decisiones: los líderes no tienen toda la información relevante y la perspectiva de otros equipos para tomar decisiones acertadas. Ningún equipo está aislado, todos los equipos impactan en otros equipos.
La falta de conocimiento e interacción lleva a no conocer una perspectiva global que permitiría tomar decisiones más exitosas para la organización.
La cultura del lugar de trabajo sufre: Puede comenzar a formarse un ambiente de trabajo tóxico debido a una mentalidad de silos y sus comportamientos negativos. Estos comportamientos echan raíces e impregnan la empresa para crear una cultura poco deseable.
Los objetivos de la empresa no se cumplen: por la propia naturaleza de los silos en el lugar de trabajo, la alineación y el enfoque en el logro de los objetivos corporativos generales se disuelve a medida que los equipos se centran únicamente en sus propios logros.
El cliente lo percibe: la experiencia del cliente se ve afectada cuando una organización trabaja en silos. Los departamentos no pueden obtener la información que necesitan para un cliente, los problemas quedan sin resolver y la innovación y las mejoras en los procesos se ven diluidas.
Estrés adicional en el trabajo: cuando los empleados no tienen la información que necesitan para hacer su trabajo, se pueden crear condiciones laborales estresantes y, a largo plazo, agotamiento.
Aumenta la rotación: los empleados comienzan a buscar nuevas oportunidades cuando hay silos en una organización. Hay estudios que reflejan que las empresas que colaboran y se comunican de forma eficaz tienen 4,5 veces más probabilidades de retener a sus mejores empleados.
7 IDEAS PARA ROMPER UNA MENTALIDAD DE SILOS.
Dado el impacto negativo que puede tener una mentalidad de silos, muchos líderes están buscando formas de eliminar los silos de equipo o organizacionales.
Propongo desde el coaching de equipos 7 ideas para emprender un camino hacia una mejor alineación, una comunicación más frecuente, un intercambio de conocimientos más fluido y, en general, una mejor colaboración.
1. Conocer la realidad actual de los miembros del equipo y ser honesto y transparente con ella. Nuestro trabajo como coach de equipos es que el equipo se conozca mejor: conozca las distintas perspectivas de cuál es su situación actual, cuál es la situación deseada, y acompañarles en ese tránsito. Si un líder no hace el trabajo de conocer cuál es la realidad de su equipo de forma honesta, no puede hacer nada para resolverlo.
2. Empezar desde arriba. Si el propio comité de dirección tiene una mentalidad de silos, esta mentalidad baja en cascada a toda la organización.
3. Co-crear una visión compartida, ilusionante y retadora, y reforzarla de forma continuada, para que esté presente.
4. Conocer los comportamientos que están impidiendo una mentalidad más alineada y estratégica, para poder cambiarlos.
5. Establecer una comunicación más transparente y sana tanto dentro del equipo como con otros equipos de la organización.
6. Acompañar a los equipos a resolver sus conflictos internos e interdepartamentales.
7. Enseñar al equipo a trabajar desde la corresponsabilidad hacia el resultado colectivo.
Si te sientes identificado, pregúntanos, podemos acompañarte a que tu equipo sea su mejor versión.
Pilar García de Viedma
Coach MCC por la International Coach Federation.
Directora del Programa de Especialización en Coaching de Equipos.
Ha realizado estudios de especialización en Coaching Ejecutivo, Coaching de Equipos, Coach de Sistemas Relacionales y Organizacionales, Facilitación Sistémica, Master Coach en PNL, Liderazgo, Psicoterapia Gestalt, Psicoterapia Integrativa, Eneagrama y un largo etcétera (IESE, Escuela Europea de Coaching, IPG, Fundación Claudio Naranjo, ORSC, Talentum, John Grinder, Allan Santos, Joseph O´Connor, Robert Dilts, SCT Systemic, etc.).
Directora del programa Coaching de Equipos.